Sinopsis de El último sueño de Frida y Diego
Acto Primero
MUNDO DE LA VIDA
1: Se abren los caminos • 2: Homenaje • 3. Vuelve a mí
MUNDO DE LOS MUERTOS–MICTLÁN
4. Piedad • 5. El llamado • 6. El mundo • 7. Sin ti • 8. Vistiendo la ilusión 9. Memorizando la vida • 10. Pintar una nueva Frida 11. Un permiso para entrar al mundo
Dos de noviembre de 1957, Día de los Muertos, año del fallecimiento de Diego Rivera, tres años después de la muerte de su esposa, la pintora Frida Kahlo.
Diego Rivera visita un cementerio en donde los lugareños se reúnen para el ritual anual de honrar a los espíritus de sus seres queridos y convocarlos a que regresen del inframundo. Algunos reconocen al famoso pintor y se atreven a acercarse a él. Con afecto bromean sobre el ritual mortuorio, enfatizando que es la fe del alma la que invita al retorno de los difuntos.
Cuando los aldeanos se van, Diego llama a Frida y le revela sus miedos y su soledad, rogándole que regrese a él. El ensueño de Diego es interrumpido por una anciana que se aproxima a venderle flores. Después de que Diego se ha ido, la anciana revela su verdadera identidad: es Catrina, la Guardiana de los Muertos.
En Mictlán, el inframundo azteca, Catrina ordena a Frida a que regrese a visitar a Diego. Pero ella desafía a la poderosa Catrina, negándose a creer que Diego la ha llamado. Catrina insiste en que Frida debe regresar a acompañar a su esposo moribundo en su viaje al inframundo.
Frida, quien en la muerte ha podido liberarse de su volátil relación y su agonizante dolor, se pregunta por qué tiene que regresar al mundo de los vivos. Ella prefiere su refugio en la oscuridad y el silencio. Otros difuntos le suplican juguetonamente que regrese a visitar a Diego. Frida se niega a hacerlo.
Catrina aparece para reunir a todos aquellos que han sido convocados y expulsa a un joven que trata de escabullirse al mundo de los vivos, después de que el año anterior falló en regresar a tiempo al inframundo.
Frida observa a Leonardo, un joven actor, que está practicando su personificación de Greta Garbo. Él desea regresar, haciéndose pasar por la actriz, a fin de complacer a un admirador que espera la visita de su ídolo, a quien no ha visto en mucho tiempo.
Leonardo, quien posee un espiritú artístico afín a la pintora, motiva a Frida a que regrese por sí misma, por su arte y por la posibilidad de pintar a una nueva Frida, desprovista de dolor y angustia. Él la viste con su guardarropa característico y adorna su pelo con moños y flores.
Catrina regresa y nombra a todos aquellos que han sido convocados, preparándolos para su salida. Ella llama nuevamente a Frida, quien continúa negándose a partir. Catrina ve a Leonardo con su disfraz de Garbo y le prohíbe continuar con su ardid ya que Greta Garbo aún no ha fallecido. Frida implora por él y Catrina cede.
En el último minuto, Frida decide regresar al mundo de los vivos. Catrina lo autoriza, no sin antes dictarle las reglas que debe seguir: su estancia será solamente por 24 horas y habrá de abstenerse de tocar a los vivos: “Una caricia te puede costar la memoria de tu dolor”. Mientras Diego continúa evocando a Frida, ella y los demás difuntos emprenden su camino de regreso.
Acto Segundo
1. Pintar la ausencia • 2. Volver • 3. Adelante, el tiempo corre
CASA AZUL
4. Vuelve a la Casa Azul • 5. Entra la mirada • 6. La memoria del dolor
MUNDO DEL ARTE
7. Invitación • 8. El fin del día de los muertos
MUNDO DE LOS MUERTOS
9. Buscando al dios del Mictlán • 10. Levitación
Diego se siente desprovisto de inspiración. Incapaz de pintar, no acepta su mortalidad, atormentado por la ausencia de Frida. De repente ella aparece ante él. Sus súplicas han sido escuchadas y Frida ha regresado al mundo de los vivos.
Frida y Diego aparecen en el Parque de la Alameda, caminando hombro a hombro, en compañía de seres vivos y almas difuntas. Frida está encantada al no sentir dolor y saberse parte de la vibrante vida que la rodea. Diego le ruega por un abrazo que Frida no puede darle.
Una mendiga que se aproxima les hace recordar un mundo más oscuro a su alrededor. Diego siente la presencia de la muerte, aludiendo la suya propia, al tiempo que los dos artistas lamentan las condiciones de la ciudad y su roto y bello pasado.
Frida encuentra a Leonardo, quien le dice que ha ido a visitar al admirador de Greta Garbo. Le ha concedido así su deseo de ver a su estrella de cine, dándole asimismo al difunto actor la oportunidad de vanagloriarse de una actuación exitosa.
Diego acompaña a Frida a la Casa Azul, su hogar querido, donde ella debe enfrentarse a la realidad de su pasado y a las limitaciones de su regreso. Leonardo anima a Frida a pintar. Diego le implora que lo abrace. Catrina le recuerda que su tiempo es limitado y no debe tocar a un ser viviente.
Frida intenta pintar, pero al no tener un reflejo en el mundo físico, no puede acudir a su objeto primario, su propia imagen. Diego la consuela, le ofrece ayuda y le pide perdón por su pasado tempestuoso. Súbitamente ella lo abraza y de inmediato el dolor de su mortal existencia la retuerce. Diego la alienta amorosamente a que pinte para distraerse. Frida observa las imágenes de sí misma que creó durante su vida, atrayéndola nuevamente a su arte. Diego y Frida se ven rodeados de un mundo azul atemporal.
Al despuntar el alba, Frida y Diego se aferran a la esperanza de seguir juntos, pero ha llegado la hora en que Frida tiene que regresar al inframundo. Mientras que Leonardo se despide del mundo de los vivos, Catrina comienza a reunir a las almas difuntas para su regreso. Enojada, Catrina percibe la ausencia de Frida, pero mantiene a la procesión en movimiento.
Solos, Frida y Diego se dan cuenta de la imposibilidad de vivir eternamente en su anhelado mundo de arte. Confiado en poder estar con Frida para siempre, Diego suplica a los dioses del inframundo que lo lleven con ella. Catrina aparece y Diego le dice que su hora ha llegado. Pero ella le recuerda que sólo Mictlantecuhtli, el Dios del Inframundo, es quien puede determinar ese momento.
Frida le implora a Catrina que lo ayude y el viaje de Diego comienza. Mientras se acercan al inframundo, Catrina llama a Mictlantecuhtli, quien aparece y se lleva a Diego al mundo de la muerte. Las almas difuntas les dan la bienvenida. Frida y Diego susurran sus nombres al oído, unidos por siempre en el más allá.
SPANISH TRANSLATION:
MARTHA RODRIGUEZ-SALAZAR